Adoramos nuestro trabajo, y una de las mejores cosas que nos llevamos es conocer a personas como Sara y Alfonso, porque no hay nada mejor que encontrar a gente a la que le apasiona lo que hace, con sueños compartidos y con tantas ganas de crear juntos!
En el momento en que nos contaron su historia y su proyecto en común, abejas incluidas, supimos que teníamos que inmortalizarlo. Así que allí que fuimos, los cuatro con nuestros trajes a conocer el curioso mundo del apicultor. Fue una experiencia genial y además de adentrarnos un poco más en su pasión y en el gran trabajo que conlleva, nos descubrieron lugares preciosos.
El día de su boda, dieron su propia miel como detalle para los invitados, ¡detallazo!. Nosotros que adoramos la miel, podemos aseguraros que ahora gracias a ellos la valoramos mucho más.
Qué alegría que nuestros caminos se cruzaran, parejaza! Que disfrutemos vuestra miel tan rica muchos muchos años más!